18 may 2017

La Leyenda de las Moiras y el Destino



En la vida, creemos a veces que los acontecimientos que nos suceden están controlados por alguien mas, algún ente superior que controla nuestro destino. Esta idea ha rondado la cabeza de muchos durante siglos, tanto así que surgió en la antigüedad la creencia de que se trataba de mujeres, y no, no eran sus esposas controlando el destino de su salario.

Los romanos las llamaban Fata o Parcas, en la mitologia báltica se les conocia como Laimas, para los vikingos y su mitologia ellas eran las Nornas, pero son mas conocidas por su nombre griego, las Moiras.
 

En un principio se le consideraba una sola divinidad, llamada La Moira, justo como se trato en la Iliada de Homero, pero despues se dividió en tres divinidades femeninas, las cuales desde el nacimiento decidían la vida, lo larga que esta seria y cuando terminaría, de cada una de las personas, cada Moira tenia un trabajo en particular.


Cloto, era la hilandera, la que hilaba el inicio de la vida, la cual era invocada en el noveno mes de gestación, para designar el hilo del inicio de la vida.


Láquesis, la hechadora de suertes, ella es quien se encargaba de la longitud de la vida, la cual media con una vara que ella siempre traía consigo. Básicamente se encargaba en designar cuanto viviría la persona.


Átropos, La que no gira, la inevitable, la mas temida de las Moiras, pues ella se encargaba de cortar con sus tijeras el hilo de la vida. Su trabajo era decidir el lugar, la forma y hora de la muerte de cada persona, su equivalente romana era Morta a quien también se le llamaba “La Parca.”


Las tres Moiras aparecían al tercer día del nacimiento, para desterminar el curso de la vida de cada individuo, incluidos Dioses, por lo que eran tanto reverenciadas como muy temidas, en especial Átropos. Ni el mismo Zeus estaba exento de ellas, el destino de todos estaba a merced de ellas.


Se les solía representar de muchas maneras, pero las mas recurrentes eran como mujeres de un aspecto muy serio, vestidas con túnicas, blancas o a veces negras. Cloto, con una rueca y un huso, a Láquesis con una vara o una pluma y a Átropos con unas tijeras o una balanza. Otras de sus representaciones son a Cloto como una mujer joven y hermosa, a Láquesis como una mujer madura entrada en años y a Átropos como una mujer anciana en el ocaso de la vida.


La leyenda de las Moiras sirvió de inspiración a Shakespeare para la incursión de las tres brujas que determinan el destino del protagonista en su obra Macbeth.

Es difícil pensar que desde nuestro nacimiento nuestro destino ya estaría determinado por estos tres seres, estas tres diosas de la vida y muerte, pero en la antigüedad así se creía, ¿Que harías tu, si tu destino ya hubiese sido escrito? Me pregunto si los que han regresado de la muerte tienen privilegios con las Moiras, o forman parte de aquellos que en la antigüedad se les llamaba Qui licentia Parcarum ab inferis redierunt. 



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