25 mar 2017

La Leyenda del Silbón



En toda latino américa existen leyendas que definen a su país de origen. Sus costumbres, sus tradiciones incluso su educación son reflejadas en las leyendas y fantasmas que acechan alguna región. En estos países se tenía la costumbre de crear fantasmas o monstruos para que los niños, a base del miedo, se portaran bien y no causaran problemas, tales como la bruja o el ropavejero.

Pero esta leyenda va más enfocada a los adultos, hombres solteros o casados, para no ser infieles o mujeriegos.


Dice la leyenda que un hombre joven, casado, llega a su hogar encontrando a su mujer gravemente herida y agonizando, debido a la golpiza que el padre del joven le dio. Al confrontarlo, el padre se defiende diciendo que la mujer lo tenía merecido por “mujerzuela” y el hijo, inundado por la ira, mata al padre primero golpeándolo en la cabeza y luego ahorcándolo.

 Su abuelo, al descubrir esto, lo busco hasta encontrarlo, para después amarrarlo y darle de latigazos en medio de la noche en el llano. El castigo no paro ahí, pues en la heridas le puso ají picante o chile (dependiendo como le digan en sus países) y para rematar, mando a un perro a perseguirlo, no sin antes maldecirlo y condenarlo a vagar con los huesos de su padre por toda la eternidad.

El silbón es descrito como un hombre muy alto con extremidades muy largas.

    
Ahora en los llanos se cuenta que el silbón va por los caminos buscando borrachos para succionarles el aguardiente que ellos han ingerido a través del ombligo.  En cambio otros dicen que va contra los mujeriegos, a quienes los mata haciéndolos pedazos y luego quitándoles los huesos que guarda en su costal que carga siempre al hombro, para hacer compañía a los huesos de su padre.


 Su nombre viene de su característico silbido que corresponde a las notas do re mi fa sol la si. Este sonido es muy confuso para quien lo escucha pues si se escucha muy cerca significa que el silbón está muy lejos, pero si se le escucha muy lejos, cuidado, el silbón puede incluso estar detrás de ti.

También se dice que el silbón aparece en las casas de las personas y se pone a contar los huesos que trae en su costal, si alguien lo escucha no pasará nada, pero, si no hay nadie en la casa quien lo escuche, alguien de los que viven ahí morirá, no importando si es hombre o mujer.


Las únicas cosas que hacen que el silbón desaparezca es el ladrido de un perro, el ají o un látigo, pues están ligadas al castigo que recibió antes de morir, por lo que se alejara y no volverá.

Existen muchas variantes de la leyenda, pero estas son las más contadas en Venezuela y Colombia, donde este espectro es mucho mas famoso y conocido.


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