17 abr 2016

El primer Rockstar de la historia



El termino rockstar se ha usado por mucho tiempo para denominar a ciertos músicos que han alcanzado la fama no solo por su música, si no por las leyendas y excentricidades de estos.
Aunque en un inicio el término se usaba solo para las estrellas de rock, en los últimos años se ha extendido hacia los músicos que tocan metal, blues, folk y en general, a todo aquel que sea músico y sea famoso, muchas veces hasta a los artistas de pop se les denomina así. 

Este bien empleado el término o no, es cosa que ahondaremos después, lo que es una realidad es que estos artistas no solo llaman la atención por su música, un rockstar tiende a ser excéntrico, tener actitudes bizarras o poco aceptadas por la sociedad, muchas veces hasta se generan leyendas alrededor de ellos y su vida personal. 


La gran mayoría de estos han seguido al pie de la letra la frase: Sexo, drogas y rock. Famosos por sus excesos, por derrochar el dinero o por las múltiples parejas que estos tienen, pero te has preguntado ¿Quién fue el primer rockstar? 

Para responder a esa pregunta debemos transportarnos al año 1782 en Génova, Italia, donde el 27 de octubre nacería uno de los músicos más famosos y virtuosos para la época, Niccolò Paganini.
 

Desde muy joven se interesó en la música demostrando su genialidad desde temprana edad, pues a los cuatro años ya conocía las bases iniciales de la música, fue en esta edad cuando su padre le compro una mandolina de segunda mano y aprendió a tocarla tanto con su padre como con músicos locales. A los siete años comenzó a tocar el violín, demostrando una gran habilidad para este instrumento, llegando a los nueve años a hacer sus primeras apariciones públicas.
 

Su padre estaba maravillado con el crecimiento musical de su hijo, cuenta la leyenda que él le dijo al joven Niccolò: Tú vas a ser el violinista más grande del mundo, de mi cuenta corre. El señor Paganini, un comerciante muy ambicioso vio un potencial tan grande en su hijo que le envió con el maestro Alessandro Rolla. Bastaron pocos días para que Paganini aprendiera a seguir conciertos completos de primera vista. Rolla no tuvo más que decirle: Has venido a aprender, pero no tengo nada más que enseñarte.
 

A los dieciséis años ya era famoso, todos lo conocían, todos querían que Paganini tocara para ellos o ir a sus conciertos, pero Paganini no supo controlar esta fama, se embriagaba seguido, se volvió adicto al juego y pasaba de mujer en mujer, no importando si estas muchas veces le doblaban la edad. La fama de alcohólico, jugador y mujeriego era tal, que se equiparaba a su fama con el violín.
 

Sus excesos pronto comenzarían a destruir su reputación musical, no fue sino hasta los diecinueve años cuando conoció a una mujer acaudalada, mucho mayor que él, de quien Paganini se enamoraría y quien lo llevaría a su villa, para ayudarlo a rehabilitarse, además de enseñarle a tocar guitarra y piano, instrumentos que después incorporaría a muchas de sus obras.

Tiempo después Paganini se debatiría entre quedarse en la villa con esta mujer y dejar la música, o abandonarla a ella y continuar. Al final el amor vencería… el amor por la música, por lo que regresaría a su vida musical, llena de fama, fortuna, éxitos y excesos.
 

En los inicios del siglo XIX los músicos intercalaban actos de canto y algo más de espectáculo en sus obras, actos de los cuales se desprende esta pequeña anécdota ocurrida en Ferrara, Italia: En uno de los actos tocaba el turno de la soprano Marcolini, pero esta al encontrarse indispuesta fue sustituida por una bailarina llamada Pallerini. Mujer la cual no fue bien acogida por el público, pues de inmediato se hicieron sonar abucheos y silbidos cuando ella comenzó a cantar. Paganini seria el siguiente en presentarse, pero ofendido con el trato del público hacia Pallerini él se dispuso a burlarse del público.
 

Cuando fue el turno de Paganini el tomo su violín y gracias a su virtuosismo comenzó a imitar el sonido de animales, aves, pájaros, urracas, para finalizar con el rebuznar de los asnos y dijo: “Esta es la voz de aquellos que han silbado a Pallerini” acto seguido dejo el escenario.
Gracias a esto Paganini se ganaría el odio de esta ciudad, obligándolo a pedir disculpas y jamás volver a poner un pie en Ferrara.
 

La complejidad de las obras de paganini era tal, que pronto comenzaron a escucharse rumores y leyendas sobre él, una de las más famosas aun en nuestros días dice que el mismo Paganini había asesinado a un músico rival y fue condenado a prisión, pero Paganini haría un pacto con el diablo mismo para quedar en libertad y además poder tener tal virtuosismo en el violín.
 

La leyenda del pacto con el diablo comenzó a invadir las ciudades y países donde el fuera conocido, muchos asegurando que en las presentaciones de Paganini se podía ver al diablo junto a él. Su fama era tal que no solo personas acaudaladas acudían a sus conciertos, si no también el pobre, el mendigo y hasta las prostitutas lograban ahorrar un poco para poder comprar una entrada a sus conciertos.
Las mujeres prácticamente se arrojaban a sus pies, todas querían tener en su lecho a aquel famoso violinista, cuenta una historia que existió una mujer la cual se resistía a amarlo, quien se encerraba en su alcoba y había dado estrictas ordenes de que por ninguna razón se dejara entrar a Paganini a su habitación. Paganini de alguna forma había logrado llegar al balcón de la habitación y como muestra de su ingenio se dispuso a improvisar una sonata para una sola cuerda, el acto de genialidad fue tal que la mujer no tubo remedio más que dejarlo entrar a su cama.
 

Paganini tenia suerte con las mujeres, además de que en su vida de excesos le iba relativamente bien, posiblemente debido a las carencias de su niñez, el despilfarraba el dinero una vez que tocaba sus manos, ya fuese en bebida, mujeres o apuestas, se dice que era muy afortunado pues muchas veces no gastaba si quiera en instrumentos, pues estos le eran regalados y no se trataban de cualquier baratija, entre su colección destacaban cinco violines Stradivarius, dos Amati y un Guarnerius, el cual tiene una anécdota curiosa.

Ocurrió que un día fue invitado a tocar a la casa de un hombre de negocios bastante adinerado llamado Livron, pero por las prisas se le había olvidado su violín, Livron, quien además de adinerado y de cuna noble, disfrutaba de los placeres de ser músico, se dirigió hacia una vitrina en la cual tenía su violín, se trataba de un violín excepcional, creado por el luthier Giuseppe Guarneri.
 

Livron habría quedado tan asombrado por la actuación del virtuoso que cuando este se disponía a devolverle el instrumento, este se negó, regalándole así el violín. Dicho violín pasaría a ser uno de los favoritos de Paganini y uno de sus más famosos instrumentos, el II Cannone Guarnerius.

Gracias a su fama, era continuamente invitado a cenar con familias acaudaladas o en banquetes nobles, pero al finalizar le pedían que tocara algo de música, esto le desagradaba enormemente, pues se le hacía muy descortés que solo lo invitaran para que amenizara de forma gratuita la noche. Se cuenta que cuando él era invitado a alguna cena y le decían “No olvide el violín” el respondía de forma sarcástica “Mi violín no come nunca fuera de casa”.

Tiempo después se casaría con la cantante Antonia Bianchi, con la cual tendría un hijo al que decidieron llamar Aquiles.
 

La fama lo había vuelto vanidoso y arrogante, pero siempre buscaba las causas justas, cuenta otra historia que cuando se encontraba en Paris, tuvo que alquilar un coche para llegar a donde tendría lugar uno de sus conciertos, al llegar al lugar le pregunto al cochero:
  • ¿Cuánto le debo?
  • Serian veinte francos. – Respondió el hombre
  • ¿Veinte francos? ¿Tan caros son los coches en país?
  • Mi querido señor – Repuso el cochero, que le había reconocido. – Cuando se ganan cuatro mil francos en una noche por tocar en solo una cuerda, se pueden pagar veinte por un servicio de coche.
Paganini pregunto el precio justo del carruaje al portero del lugar donde sería el concierto y regreso con el cochero:
  • He aquí los dos francos que le debo, los otros dieciocho se los daré cuando aprenda a conducir el coche con una sola rueda.
Aunque la fama, mujeres y fortuna rodeaban su vida, su salud iba empeorando con el paso del tiempo, de por si nunca fue una persona muy sana, desde la adolescencia eran evidentes los rasgos particulares del síndrome de Marfan, enfermedad que se caracteriza por el alargamiento inusual de los miembros, cosa que ayudaba a la leyenda del pacto con el diablo, pues con la edad este síndrome era más evidente, aunque también, muchos creen que la razón de este virtuosismo era el mismo síndrome, pues otros de los síntomas es la aracnodactilia o los dedos de las manos demasiado largos, cosa que para un músico es ideal para poder tocar notas altas que muchos músicos normales no alcanzarían o lo harían con mucha dificultad. En Paganini se cuenta que sus manos abiertas median 45 centímetros cada una.
 

En 1822 fue diagnosticado con sífilis, producto de sus múltiples amoríos, enfermedad que en ese tiempo se trataba con mercurio y opio, lo que lo volvería dependiente de esta última.
En 1834 contraería y seria tratado para la tuberculosis, enfermedad que curaría rápidamente en el pero que pondría en perspectiva su vida y lo llevaría a tomar una decisión en septiembre del mismo año, se retiraría de los conciertos y regresaría a Génova.

Dedicaría su tiempo a la publicación de sus composiciones y métodos de violín, además de aceptar varios estudiantes, quienes atraídos por la fama del virtuoso morían por que el fuese su maestro, increíblemente ninguno de sus alumnos llego a tener su fama, además de que ninguno lo considero especial o de mucha ayuda.
 

Un año después seria llamado por la archiduquesa Marie Louise de Austria, segunda esposa de Napoleón, para reorganizar a la orquesta en su corte, lamentablemente su estado de salud, ego y poca disposición de los músicos termino por alejarlo del proyecto.
En 1836 regresaría a Francia, para abrir un casino, proyecto en el cual fracasaría rotundamente dejándolo en la ruina, por lo cual Paganini se vio obligado a subastar todos sus bienes personales, incluidos sus instrumentos musicales.
 

Su salud volvió a verse comprometida en 1840 donde el obispo de Niza envió a un párroco para que le diera la extremaunción, pero Paganini se negó, pues él decía que era aún muy pronto, no se estaba muriendo. Pero lamentablemente, moriría una semana después, a los 57 años, a causa de una hemorragia interna posiblemente provocada por el cáncer de laringe que también tenía. Su muerte fue tan súbita que no dio tiempo de llamar al párroco para darle los santos oleos.
 

El hecho de haber muerto sin en el último sacramento de la iglesia, solo avivo más la leyenda del pacto con el diablo, todo tomaba sentido, su figura delgada y larga, sus enormes dedos, su virtuosismo en el violín, su rápido crecimiento financiero y posterior derroche, sus incontables compañías femeninas, su ego, su adicción al juego, alcohol y drogas, todo esto para la iglesia significaba pecado, además del hecho que el mismo Paganini se había negado a acercarse con la iglesia para desmentir dichos actos y pactos con demonios.
 

Por lo que le fue negado un entierro y funeral católico en Génova. Permaneciendo cuatro años en un sótano en lo que se apelaba la decisión de la iglesia, caso en el que el mismo Papa tuvo que intervenir. Al final dejaron que sus restos regresaran a Génova pero no serían enterrados sino hasta 1876 en un cementerio en Parma, Italia, pero nuevamente en 1893 un violinista checo persuadió al nieto de Paganini para que le mostrara el cuerpo del virtuoso, por lo que después de este evento en 1896 se cambiaría su lugar de descanso a otro cementerio en Parma, donde por fin descansaría sin ser molestado.
 

Este virtuoso músico, con una vida llena de escándalos, llena de sexo, drogas, alcohol, apuestas, fama, fortuna, enfermedades y música, es el considerado, primer rockstar de la historia, con una vida tan tortuosa que podría dejar de calle a muchas estrellas de rock actuales, pero con una fama que posiblemente pocas estrellas actuales logren alcanzar, pues sin duda, aun en esta época seguimos hablando de él, nos asombramos con su vida y leyenda de pactos con el diablo, pero sobre todo, aun ahora nos sigue maravillando su hermosa música.


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